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Congestión Nasal ¡Combatela con estos Tips!

No se requieren muchos factores para que alguien sufra congestión nasal. Con cada aspiración, el ser humano atrapa en sus membranas nasales numerosos irritantes cotidianos. De hecho, casi cualquier sustancia del aire puede tapar una nariz sensible, eso sin contar los problemas que ocasiona a este órgano cualquier resfriado. , Las causas que pueden conducir a una obstrucción nasal son diversas, pero pueden reunirse en dos grupos: orgánicas, es decir, aquellas en las que hay un defecto o malformación en la estructura de la nariz, y funcionales, que son las más comunes.

Aquellas personas alérgicas a ciertas sustancias como el polen de ciertas plantas, pelo de animales, ácaros del polvo que se encuentra en muchos hogares, así como las plumas de aves (en almohadas y cojines) sufren producción inusual de moco que desemboca en congestión nasal; de esta manera, se impide la entrada de partículas peligrosas al organismo. Otros procesos, como cambios bruscos de presión o ciertos factores irritantes, por ejemplo, tabaco, humo y polvo en ambiente, también pueden ser causa de este trastorno.

En ocasiones, el origen de la congestión nasal inicia cuando algún virus ingresa al cuerpo de la persona. Tal es el caso de la gripe, cuyos síntomas no sólo son fiebre, cansancio y dolor de cabeza, sino excesiva producción de moco. Además de ser una sustancia pegajosa que imposibilita el paso del virus hacia en interior del organismo, el moco contiene anticuerpos que le permiten hacer frente a los agentes infecciosos provenientes del exterior.

En cuanto al tratamiento en casa, es recomendable que la persona con congestión nasal por resfriado común beba mayor cantidad de líquidos, especialmente calientes (caldo y té), ya que el vapor de éstos ayuda a desbloquear las vías nasales y el flujo del mismo diluye la mucosidad de la nariz, facilitando así la respiración. Similar alivio se produce al respirar vapor que se encierra en un baño templado o directamente de un recipiente con agua caliente.

Al mismo tiempo, es recomendable recurrir a alguno de los numerosos medicamentos de libre acceso, ofreciendo rápido alivio. Sin embargo, jamás debe olvidarse que si las molestias persisten, resulta obligada la visita del médico.

Fuente: Pasatiempo farmacéutico OTC, 3ª Edición

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